En un momento desgarrador, digno de una película de catástrofes, un perro indefenso se encontró atrapado en un pozo helado de aguanieve y hielo, incapaz de moverse; su pequeño cuerpo temblaba y sus ojos reflejaban terror.
Los lugareños afirman que el perro llevaba horas desaparecido cuando se escuchó un débil gemido proveniente de la zona de construcción cubierta de nieve. Ese pequeño llanto desencadenó una frenética misión de rescate.
A medida que las temperaturas caían en picado y el tiempo se agotaba, el equipo de rescate tomó una decisión desesperada y de último momento: traer una excavadora. Con precisión y rapidez, la máquina despejó el hielo circundante, lo que permitió a los rescatistas poner al perro a salvo en tan solo unos segundos.
Los testigos rompieron a llorar mientras envolvían al cachorro tembloroso en mantas y lo llevaban de urgencia a una clínica veterinaria cercana. Un rescatista lo llamó “un milagro sobre el hielo”.
Ahora en recuperación, el perro, apodado Lucky por el equipo, es un símbolo de resiliencia, y su increíble supervivencia conmueve a todo el mundo.
Pero los expertos advierten: con el empeoramiento de las condiciones invernales, ¿cuántas vidas más podrían estar desapareciendo silenciosamente bajo la nieve?