¡Ven aquí, te reto! Después de una tensa lucha con su presa, un puercoespín agresivo, el cazador decidió rendirse porque no quería convertirse en un leopardo “espinoso”

Este leopardo hambriento resultó ser incapaz de enfrentarse a un erizo espinoso que intentaba —y no lograba— derribar.

En una rara observación en el Parque Nacional Kruger en el noreste de Sudáfrica, se puede ver al gran felino rodeando a la criatura espinosa.

Pero el erizo se niega a bajar la guardia y usa sus púas para evitar que el leopardo se acerque demasiado.

Este leopardo hambriento resultó ser incapaz de enfrentarse a un puercoespín espinoso que intentaba —y no lograba— derribar.
A leopard can run up to speeds of 40mph and usually relies on its brutal bite when preying on its victims. Yet for this fight the feline had to utilise different tactics as it tried to reach the porcupine’s softest parts

Un leopardo puede correr a velocidades de hasta 40 mph y generalmente depende de su mordida Ьгᴜtаɩ al atacar a sus presas. Sin embargo, para esta pelea, el felino tuvo que utilizar diferentes tácticas mientras intentaba alcanzar las partes más suaves del puercoespín.

En una rara observación en el Parque Nacional Kruger, en el noreste de Sudáfrica, se puede ver al gran felino rodeando a la criatura espinosa.

Pero el puercoespín se niega a bajar la guardia y usa sus púas para evitar que el leopardo se acerque demasiado.

El clip de dos minutos muestra a un leopardo tenaz trabajando cada ángulo para acercarse lo suficiente al puercoespín y encontrar un punto débil.

Pero el animal espinoso usa sus púas para evitar que el hambriento leopardo invada su espacio en cada intento.

Eventualmente, el felino se rinde y encuentra un lugar a una distancia segura del victorioso roedor.

Ard van de Wetering capturó esta escena en un viaje reciente al parque y decidió filmar el encuentro.

The two minute clip shows an unyielding leopard working every angle to get near enough the porcupine to find a weak spot

El clip de dos minutos muestra a un leopardo tenaz trabajando cada ángulo para acercarse lo suficiente al puercoespín y encontrar un punto débil.

Eventualmente, el felino se rinde y encuentra un lugar a una distancia segura del victorioso roedor.